Personal especializado en trepar a árboles de gran tamaño, donde no llegan las plataformas elevadoras, realiza trabajos de poda y revisión de los pinos piñonero del cementerio de Corella.
El pasado septiembre, un pino piñero (Pinus pinea), árbol característico del cementerio de Corella, con más de 150 años de antigüedad y cerca de 20 metros de altura, cayó sobre nichos y sepulturas produciendo diversos daños materiales.
En el cementerio, estos especialistas escalan a lo más alto del árbol de forma manual, sin soportes que dañen el tronco. Su labor es podar y revisar el estado de aquellas ramas que se encuentran más elevadas, evitando que no se produzca el problema de seguridad con la caída de ramas o el propio árbol por exceso carga.